Cínicos hasta en el ciego de la boca.

 No es exagerar, nada de nada, todo lo contrario, quizás es quedarse corto. Cinismo puro y duro, es lo que nos está gobernando.

Manipulación al mas alto nivel. Aunque no nos vamos a engañar, hemos y estamos siendo manipulados desde los confines de la historia, y por supuesto, lo seguiremos siendo.
Es probablemente mas notorio hoy en día, por la cantidad de todo lo que nos rodea, en cuanto a medio de comunicación, de opinión y de transmisión de todo ello. Sobra decir, que esa marejada cabalga sobre la informática.

Desde los americanos, rusos, chinos, tiempo hace que quieres ser,  los amos del mundo. Hasta, los quizás más "inocentes", Pakistán, Corea del Norte etc. Si, si, todos ellos con exacerbada ansia de poder. 

Nos movemos en una balsa nuclear. Derechos humanos, me rio, que inocentada. Vaya farsa la de todos ellos , poder, dame poder, que lo demás no cuenta.

La gente, qué es la gente. El populacho, los paganini de todo y de todos. Tragan con los que les eches. La masa es masa, y no hay más.

Para ejecutar su artificioso plan, (la de los desgraciados políticos que hoy día tenemos), nuestros "lideres", utilizan sin vergüenza, vuelvo a repetir, la mentira sistemática.

A nivel individual o grupal. Todo constata, el crecimiento, desarrollo y práctica de ese ansía de poder desmedido.

Cuando todo lo que nos han enseñado es o son , los logros, logros. Cuando tenemos oportunidad, nos dejamos llevar a ojos ciegos. Porque lo hemos rumiado tanto que nos parece lo mas normal del mundo. 

Ejemplos de un deseo de control desmedido, hay infinidad, algunos pueden ser: la bomba nuclear, que fuerte, pues sí. Americanos queriendo controlar, todo el planeta. Para más inri, (burla) con el pretexto de que sus motivaciones son las adecuadas e idóneas.

Ingleses, con quizás menos aberraciones, pero que ¡vaya! con un amplio  caótico palmarés histórico. 

Francia...Alemania, y se podía continuar, hasta posiblemente descartar, algún pais, que aún no ha tenido esa oportunidad, la de dominar o controlar al vecino.

Pero  esa nefasta condición humana esta ahí, latente, esperando en silencio el momento su momento. 

O espabilamos o nos comen la tarta otra vez. Y no queremos, yo no quiero. La humanidad ha sido demasiado tiempo los paganini de la película.