Permisividad. (uno)
La permisividad
La permisividad tiene un trasfondo nihilista, (haber si la próxima entrada es sobre estos particulares seres)estos los hedonistas son dados al consumo, son relativistas, personas por tanto sin referentes, sin puntos de apoyo, envilecido, rebajado, codificado, convertido en un ser "libre" que se mueve por todas partes, y en vez de ser brújula es veleta.
Mentalmente se entremezcla un conjunto de estados anímicos, como el tedio, el aburrimiento, la desolación, y hasta una forma especial de tristeza.
Y aquí surge una pasión tremenda que es el apego por la nada. Y la nada es eso, nada. Hacer tabla rasa de todo, y sin ningún tipo de problema, sin ponerse colorado, ¡faltaría más!.
El adjetivo permisivo califica al sujeto que tiene tendencia a consentir o a dar permisos para ciertas cosas. De este modo, la persona permisiva muestra su flexibilidad a la hora de establecer límites o de ejercer su autoridad.
Quien es permisivo, por lo tanto, muestra tolerancia a la transgresión de normas o, al menos, aparece como alguien que está abierto al intercambio de opiniones y de razones antes de tomar una decisión. Si una maestra anuncia la fecha de un examen y, tras las súplicas de sus alumnos, decide postergarla unos días, podrá decirse que es una persona permisiva.
La permisividad tiene un trasfondo nihilista, (haber si la próxima entrada es sobre estos particulares seres)estos los hedonistas son dados al consumo, son relativistas, personas por tanto sin referentes, sin puntos de apoyo, envilecido, rebajado, codificado, convertido en un ser "libre" que se mueve por todas partes, y en vez de ser brújula es veleta.
Mentalmente se entremezcla un conjunto de estados anímicos, como el tedio, el aburrimiento, la desolación, y hasta una forma especial de tristeza.
Y aquí surge una pasión tremenda que es el apego por la nada. Y la nada es eso, nada. Hacer tabla rasa de todo, y sin ningún tipo de problema, sin ponerse colorado, ¡faltaría más!.
El adjetivo permisivo califica al sujeto que tiene tendencia a consentir o a dar permisos para ciertas cosas. De este modo, la persona permisiva muestra su flexibilidad a la hora de establecer límites o de ejercer su autoridad.
Quien es permisivo, por lo tanto, muestra tolerancia a la transgresión de normas o, al menos, aparece como alguien que está abierto al intercambio de opiniones y de razones antes de tomar una decisión. Si una maestra anuncia la fecha de un examen y, tras las súplicas de sus alumnos, decide postergarla unos días, podrá decirse que es una persona permisiva.
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