El Nº 7

El misterioso Nº 7

El siete (7) es el número natural que sigue al seis y precede al ocho. En algunas religiones el siete es un número sagrado al igual que el ocho. El siete representa lo bueno y el ocho lo malo. De forma racional es así, no hay más. La cosa se complica cuando miramos e investigamos un poco  más profundamente sobre el “normal” número 7.

Se dice que Dios hizo los diez primeros números, el resto es obra del hombre. Por eso vamos a separar el significado del número 7., Los números en general en dos partes. La forma racional, la que entiende el hombre y la  que se entiende en la parte espiritual, al 50%  uno, y 50%  otro. El Creyente podrá leer las dos partes consecuentemente, el que no lo sea tiene también dos opciones, leerlas no pasa nada, dicen que el conocimiento no ocupa lugar,  cómo vivimos en una sociedad de libre pensamiento, cada uno haga según su conciencia.

Los números naturales son los que utilizamos para contar uno, dos, tres, cuatro, cinco, etc, así Que gran parte del edificio aritmetico se construye a partir de la aritmética elemental. Pero afirmar que Dios nos dio los diez primeros números es tanto como decir, fuera de un contexto religioso, que no hay nada más natural que un número natural, es decir, que estos números siempre han estado ahí, como formando parte de la naturaleza que nos rodea .

No sería excesivo decir o suponer que el proceso de contar se inició cuando el ser humano abandonó el estado de cazador- recolector para iniciar su larga andadura como agricultor- ganadero. En ese momento, numerosos bienes, como granos de trigo, cabezas de ganado, o recipientes, dejaron de tener un uso inmediato para pasar a ser productos, lo cual hizo necesario iniciar determinados procesos de recuento. Po

demos imaginar a un pastor que saca su rebaño a pastorear. Y este necesita estar seguro de que cuando regrese entrará en el establo tantas cabezas de ganado cómo salieron. La forma más lógica de hacerlo, si no dispone de un sistema de numeración, es buscar un montón de pequeñas  piedras y colocar en una bolsa una de ellas, por cada oveja que sale. Luego, al volver, no habrá más que sacar una piedra por cada oveja que entra y comprobar así que las cuentas cuadran .

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