La biografía,en La Memoria.

LA MEMORIA

Decidir lo que buscamos y lo que mantenemos oculto es cosa de la memoria, pues tiene la llave que controla el acceso y la salida de la información que archiva. Como bien sabemos, esta facultad no siempre responde automáticamente cuando se lo pedimos, sino que es selectiva incluso caprichosa. Con frecuencia ejerce el control de nuestros recuerdos, censurando y bloqueando el material que conserva bajo su custodia. Y casi siempre lleva a cabo estas operaciones sin avisarnos, al margen de nuestra Voluntad. También puede permitir el acceso a sus archivos sin que seamos conscientes de ello. Por ejemplo, cuando montamos en bicicleta, nadamos o llevamos a cabo actividades que hemos aprendidol bien,  no evocamos deliberadamente los movimientos que tenemos que ejecutar.Ya veces reaccionamos impetuosamente ante una situación sin darnos cuenta de que nuestra inesperada respuesta se debe a que la hemos conectado con una experiencia pasada que nos marcó en su momento.

Es cierto que no acordarse de nombres, fechas o antecedentes importantes que necesitamos para actuar en el día a día resulta agobiante, y no reconocer situaciones peligrosas en momentos críticos puede tener consecuencias fatales. Pero la verdad es que los resultados del control que ejerce la memoria sobre nuestros recuerdos son a menudo prácticos y reparadores pues suele arrinconar sucesos pasados desagradables.

Nuestras sabia memoria gobierna también la permanencia de lo que guardas a través del olvido, ya que borra o se deshace de gran parte de la información que graba. Esta función es fundamental, porque al hacer limpieza de datos superfluos permite la entrada de otros nuevos, para poder operar mejor. Pero además, el olvido es a menudo saludable psicológicamente, pues, con el paso del tiempo, los más penosos avatares del pasado suelen perder nitidez y convertirse en estampas imprecisas e indoloras.Difuminar o quitarle importancia a recuerdos de fracasos o conflictos estresantes protege nuestra tranquilidad, autoestima y confianza. En el mismo sentido, eliminar de la mente desengaños o malas pasadas, que nos hacen los demás nos ayuda a pasar página, a liberarnos y volver a empezar nuevos episodios en nuestra vida. Podríamos, pues, decir que el olvido es un verdadero regalo de la memoria.