El premio.-

Cuando se cumple algo que se propone, ¿se da una auto-recompensa? Debería considerarlo, y aquí hay opciones sobre ello. ¡Veamos!

  • Conseguir un logro, estudios, trabajo, etc

  • Resultado de imagen de persona trabajando fuerteTerminar un libro de difícil lectura.
  • Empezar la dieta que siempre pensé y la continuo.
  • Interactuar con una persona muy compleja.
  • Estoy dedicando tiempo a una ONG y veo los frutos en las personas.
  • Tuve una enfermedad. luche por mi vida y venci.
  • Estoy controlando las compras compulsivas.
Estos son ejemplos de algunas circunstancias. para darse un respiro, una auto recompensa.

La auto-recompensa (o auto-refuerzo) es un recurso que nos sirve para reconocer un trabajo bien hecho y auto-motivarnos para seguir adelante.Hay tareas que no precisan de ningún premio; son el premio en sí mismas, porque existe una motivación intrínseca que nos lleva en volandas a realizarlas.La auto-recompensa está pensada para esas otras tareas que no son tan divertidas o excitantes, o que no nos llenan hasta el punto de considerarlas un premio.Utilizamos en este caso la motivación extrínseca; un reconocimiento personal al esfuerzo y el buen hacer.No está nada mal aprender a animarse y premiarse uno mismo, sin depender tanto de los refuerzos externos, sacando de ahí el filón de energía necesario para continuar.

Tres consideraciones

1. Disfrutar la confortable sensación del deber cumplido.
Recrearse en la satisfacción de haber terminado una tarea u obligación es un premio merecido.Además, muy útil para evocarla en momentos posteriores, cuando nos de pereza cumplir con el deber.Pero, no nos quedamos ahí…
2. Elegir una recompensa proporcional al esfuerzo.
La sensación del trabajo bien hecho se complementa estupendamente con una recompensa en toda regla.Por supuesto, no es necesario dejarse el presupuesto en premios personales.Por ejemplo, regalarse una tarde de relax después de una mañana ocupadísima, ¿no es una auto-recompensa maravillosa?
3. La comida no es la mejor recompensa.Es conveniente evitar auto-motivarse con la comida. Lo digo porque hay personas que acostumbran a usarla como premio.La alternativa es elaborar un buen repertorio de premios, que se adapten al objetivo logrado, sin limitarse a la comida.

Ejemplos de auto-recompensas

Prescindiendo de la comida, veamos 10 ejemplos de pequeños premios:
  1. Leer un buen libro.
  2. Un paseo.
  3. Ir al cine.
  4. Llamar a un amigo y tomar distendidamente un café.
  5. Salir a dar una vuelta en bici.
  6. Tumbarse en la hierba del parque.
  7. Ver un programa en televisión.
  8. Tomarse un día libre.
  9. Ir al kiosko a comprar una revista.
  10. Tomar un baño con música clásica de fondo, o la que te guste.

Hay muchas posibilidades¡¡¡¡¡!!!!! cada cual puede hacer la lista a su conveniencia, porque te mereces el homenaje. Claro que sí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los tironeros del transporte

El Lápiz de grafito, porque se borra.

El País Vasco