El miedo.
EL MIEDO.-
Seguramente, de pequeños todos hemos tenido miedo a algo o a alguien en especial. Con el paso de los años, algunos temores han desaparecido y otros no, o peor aún, han crecido, por eso es hora de reconocer nuestros miedos, afrontarlos, dejarlos atrás y sanar nuestra estima. ¿Miedo a qué o a quién has tenido? o hemos tenido.
A un familiar, a la pérdida de un ser querido, a que te ataquen mientras estás en tu casa, a viajar en avión, a perder el trabajo, a que tu pareja te dejé, a no ser querido, a la muerte, a sufrir, a la vejez, al fracaso, la lista puede ser interminable y depende de los miedos que tenga cada uno de nosotros , el tema es que, cuando nos obsesionamos con algo que puede
llegar a pasar y que aún no ha sucedido perdemos de vista todos los sueños que tenemos delante, tenemos tanto miedo a que entren ladrones en casa, que no podemos disfrutar de salir de casa para ir al cine, a una fiesta etc, tenemos tanto miedo a ser abandonados emocionalmente que no podemos mantener una relación de pareja, y el tema es que necesitamos aprender a ser felices aunque no tengamos todo lo que pensamos que necesitamos. Todos hemos experimentado, en algún momento de nuestras vidas, miedo hasta el punto de sentirnos morir, muchos crecemos con miedo y tenemos que entender que hay miedos que son normales, muchos de esos miedos tal vez los hayamos adquirido en nuestra infancia y aún hoy, ya siendo adultos, nos seguimos aferrando a ellos, como el miedo a quedarnos sin dinero, la muerte, la enfermedad, la locura... pero hay otros miedos tóxicos frente a los cuales solemos reaccionar con algunas de estas conductas.
Recordar con lujo de detalles, borrar o bloquear el momento traumático, elaborar imágenes repetitivas, experimentar sentimientos de hipervigilancia, predecir un futuro, oscuro.
Todas estas situaciones nos generan grandes dosis de emociones tóxicas, miedos, culpas, inseguridades, donde muchas veces preferimos esconderlas en lugar de afrontarlas y/o restituirlas.
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