Barbarroja y Atila, su curiosa muerte.
Barbarroja
Todos o casi todos sabemos lo que era el Sacro Imperio Romano Germánico, o al menos hemos oído hablar de él aunque fuera vagamente punto resumiendolo decir que en la Edad Media al finales del siglo X, hasta principios del siglo XIX, 12 países europeos estaban Unidos como parte de una superpotencia de alrededor de 700000 kilómetros cuadrados y cientos de millones de habitantes que hablaban 14 lenguas distintas, la mayoría latín.
Podemos imaginarnos lo poderoso que pudieron haber sido los 72 soberanos que a lo largo de los 800 años de vida del Imperio llegaron ocupar el trono punto para conseguirlo como la mayoría de ellos tuvieron que librar Cuentas y largas batallas, así como para mantener su predominio en el continente.
Entre ellos, destaca Federico I, Barbarroja, llamado así por el color de su barba, Para protagonizar uno de los periodos de máximo esplendor del Imperio Germánico pues bien, durante la Tercera Cruzada, emprendida con el objetivo de recuperar Tierra Santa de manos de los musulmanes, encontró Barbarroja su final, en 1190. No murió a lomos de su caballo mientras suponemos que se va tía contra un duro adversario o dando la vida por su imperio. No, el emperador falleció ahogado en el río Saleph, En la península de Anatolia, actual Turquía. Algunas versiones dicen que se hundió en el agua debido al peso de su armadura cuando, sediento tras su paso por el desierto, se dispuso a beber del río coma no debía haber sido demasiado fácil punto otras teorías apuntan a que Barbarroja trataba de cruzar el chaleph cuando fue arrastrado por la corriente. En cualquiera de los dos casos coma no deja de ser un final un tanto triste para un soberano de este nivel.
Atila
Este es el caso de otro gran gobernante mundial, el más grande de su tiempo, siglo V, que llegó a dominar un imperio que se extendía desde Asia Central hasta la actual Alemania, de norte a sur se trata de Atila, rey de los hunos coma este líder seguro que también no suena punto después de haber librado múltiples batallas y haberse enfrentado a terribles enemigos, Atila murió en su cama, con algo menos de 60 años, durante la noche en la que celebraba su boda con Ildico. La razón No fue por una enfermedad, ni por un paro cardíaco, ni por una traición.... Simplemente tuvo una hemorragia nasal. Que le sangro la nariz mientras dormía punto algunos historiadores le dan algo más de dramatismo y afirman que se trataba, en realidad, de una fuerte hemorragia interna.
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