Patriotismo

El Patriotismo
Características que vincula a una persona con la Patria.

Las acciones llamadas patrióticas son acciones que sirven para mostrar el amor que tiene uno hacia su país. Para algunos, el ejemplo más claro es el de morir en el campo de batalla. Para otros existen otros ejemplos menos extremos, como desplegar la bandera nacional, cantar el himno o defender o apoyar al país al que pertenece uno por otros medios.
En muchos países, el patriotismo es visto por muchos como un valor importante [cita requerida], por ejemplo, en las escuelas de Estados Unidos, es costumbre que los niños reciten cada día el Juramento de Lealtad a su bandera, en Paraguay de igual manera en Argentina; los colegios forman a sus alumnos para cantar el Himno Nacional de Argentina, etc. En España, el 83,5% de los españoles se consideran orgullosos o muy orgullosos de serlo, según la encuesta CIS de diciembre de 2005. Mientras que en Perú, el 98% de encuestados en Lima y El Callao están orgullosos de ser peruanos.
En muchas partes de Europa, no obstante, mostrar banderas u otros símbolos considerados patrióticos está mal visto por algunas personas que lo consideran jingoísta, poco culto, racista e incluso en ciertos países, de carácter fascista.

Visiones adversas al patriotismo

Sus detractores afirman que si el patriotismo como sentimiento no existiese, se podrían evitar muchos de los actuales problemas de convivencia social, como son la integración forzada, el secuestro de las mujeres y niños, el asesinato, la xenofobia, el racismo, el genocidio, la extinción y las guerras. Suele ir acompañado de la destrucción o el expolio de los bienes de los considerados enemigo: casas, tiendas, centros religiosos, etcétera. El término ha sido usado históricamente para justificar actos de violencia indiscriminada, sean espontáneos o premeditados.
La persecución entre seres humanos va mucho más allá de estar dirigida a grupos étnicos, políticos o religiosos. Cualquier diferencia identificable en apariencia o comportamiento puede servir de base a la persecución.
Todo el mundo es de alguna forma patriota.
Los detractores del patriotismo ven en éste, una forma de persuasión de las masas iletradas. Les resulta un razonamiento falso o paralógico, una falaciade tipo etnocéntrico o de ídola fori. En retórica, pues, constituye uno de los argumentos falsos llamados ad hominem que sirven para persuadir con sentimientos en vez de con razones a quienes se convencen más con aquellos que con estos, utilizada frecuentemente por políticos y caudillos, no siempre para bien; esto dio lugar a que el doctor Samuel Johnson lo definiera como «el último refugio de los cobardes», confundiéndolo con el sinónimo despectivo patrioterismo.
Algunos piensan que los patriotas, muchas veces peyorativamente denominados «salvapatrias», a menudo son administradores del control social, no dudando en arrollar las libertades sociales de sus conciudadanos. Como perseguidores no sienten que haya nada malo en sus acciones o lo racionalizan como de escasa importancia o temporal si lo comparan al fin que buscan, contrarrestar lo que consideran una mayor y más seria amenaza. El fin justifica los medios en sus actos. Como en otros comportamientos de agresor y víctima, el agresor culpa a la víctima de la agresión. La justificación más común es que buscan protegerse a sí mismos, a sus familias y a la sociedad de lo que ellos perciben como peligrosa influencia del grupo perseguido.

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