EL PERFECCIOnista 2
Perfeccionismo orientado hacia sí mismo:
El perfeccionismo orientado hacia uno mismo se caracteriza por plantearse unos objetivos personales que resultan muy difíciles de cumplir. El perfeccionista se siente muy insatisfecho si deja unos objetivos poco ambiciosos, de ahí su tendencia a plantear unos objetivos más allá de lo razonable. Pero al observar que los logros que alcanza son muy escasos o nulos, el perfeccionista se autocrítica con mucha frecuencia, siendo incapaz de tolerar sus propios errores por ello es frecuente que si las expectativas de logro futuro son negativas, aparezca con frecuencia un cuadro depresivo reactivo producto del desamparo que siente el individuo.
Perfeccionismo orientado a los demás:
En esta modalidad, el perfeccionista fijo de unos objetivos muy ambiciosos para los demás, exigiendo que estos satisfagan siempre esos objetivos. En caso de que los demás no cumplan con lo encomendado, el perfeccionista se sentirá contrariado con los demás, planteara graves y múltiples conflictos interpersonales, asumir toda la responsabilidad de los trabajos, ante la incapacidad de delegar en los demás, por temor a que lo hagan bien.
Perfeccionismo prescrito socialmente:
en esta situación, el perfeccionista cree que los demás esperan del un comportamiento perfecto, siendo por ello su cometido satisfacer estas expectativas de los demás hacia su persona. En esta modalidad, el sentimiento de frustración ser muy intenso pues aquí el perfeccionista, a diferencia del perfeccionismo auto impuestos no tiene una referencia más o menos precisa de las exigencias de los demás, por lo que la sensación de incontrolabilidad es muy notable punto con mucha frecuencia, las personas afectadas reaccionan ante estas situaciones sociales con angustia, y la excesiva, depresión, etc.
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