No perdamos el tiempo, ¡VIVAMOS!
El tiempo que perdemos, ya no lo recuperamos.
¿Esperar a que llegue el momento perfecto para arrancar un nuevo camino? Puede ser que ese momento nunca llegue, tú haces que ese momento sea perfecto así que no dejes que eso sea una excusa para no empezar a trazar tu estrategia y da el primer paso hoy.
El trabajo se nos acumula. Las exigencias del día a día cada vez se hacen más abundantes y pesadas. Detrás de cada una de ellas aparecen otras nuevas, sin que se alcance a ver el final. Pensemos en lo que conlleva ejercer una profesión, formar una familia y velar por su bien, desempeñar funciones públicas, cumplir el deber de cada instante… Con frecuencia, se hacen también presentes grandes tensiones, dificultades y resistencias. Todo ello, exige de las personas muchos recursos materiales y energías que hay que poner en juego (R.Guardini). Para salir adelante hace falta un esfuerzo siempre renovado, prudencia, atenta vigilancia y búsqueda del equilibrio de la vida profesional, personal y familiar.
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