Saborear la vida…tal cual.
Saborear la vida…tal cual.
Muchas son las maneras en que podemos
aumentar nuestra felicidad o, al menos, una cierta sensación de la misma, según
apuntan los últimos estudios científicos. Dice Eric
Barker, autor de Barking Up the Wrong Tree,
que a menudo no practicamos ninguno de los hábitos que nos ayudarían a ser más
felices y la mayoría de nosotros no lleva a cabo acciones conscientes en pro de
su propia alegría. En este tipo de estudios, cuando se le pregunta a la gente
por algo que hayan realizado últimamente y que les haya hecho felices, la mayor
parte de ella esincapaz de identificar algún motivo de
felicidad.
Pero Barker parece tener la solución.
Afirma que, al margen de las infinitas cosas que pueden hacernos más felices,
hay una extremadamente sencilla, aplicable a cualquier momento de la vida, y
que nos ayudará a nivel general a disfrutar más de las cosas. Asegura, además,
que todas las personas felices la practican.
El momento es esencial
El quid de la cuestión está, según este
autor, en que la próxima vez que te suceda algo bueno debes parar un instante y apreciar el momento, concederle
unos segundos, ser consciente del mismo. “Los viejos clichés como pararse a
oler las rosas o el hecho de que lo importante son las pequeñas cosas son
ciertos. Los investigadores en felicidad lo llaman saborear”, señala Barker en un artículo de
la revista The Week, donde nos da las claves
para aprender a disfrutar del momento.
¿Qué es exactamente saborear, en este tipo de casos?
La mayoría de nosotros experimenta a
diario el ritmo que impone la vida actual. Estamos ocupados y hacemos mil cosas
a la vez: comprobar el correo mientras comemos o contestar un whatsapp
desde una reunión de trabajo; subir las fotos del último viaje mientras
trabajamos desde el ordenador o hablar por teléfono mientras redactamos un
informe. Creemos que así optimizamos nuestro tiempo, pero en realidad esa
diversificación hace que aprovechemos el tiempomucho peor y,
lo que es más importante, no disfrutamos tanto de las cosas. Si vemos una serie
mientras cenamos no disfrutamos tanto de la cena ni apreciamos tanto la serie:
las actividades que se simultanean se aprecian menos, porque uno no pone el
100% de su atención en ellas.
La atención
Ahí está, de hecho, la clave de
ese saborear al que aluden los expertos: en la atención que destinamos a las cosas. Cuando
ponemos verdaderamente toda atención en lo que estamos haciendo, estamos
realmente en el momento y no pensamos en nada más, y disfrutamos aquello que
nos ocupa de manera más intensa.
Saborear efectivo, es la concentración atenta.
Además, debemos intentar centrar nuestra
atención en las cosas positivas. Cuando dejamos volar la
mente y reflexionamos acerca de aquello que nos va mal, nos sentimos mal
(lógicamente). ¿Pero qué pasa si hacemos un esfuerzo consciente por enfocar
nuestros pensamientos hacia las cosas positivas?
Lo explican muy bien en el libro Happiness: Unlocking the Mysteries of Psychological Wealth, que
cita Barker: “El componente clave para saborear de manera efectiva es la
concentración atenta. Tomándote el tiempo y el esfuerzo de apreciar lo
positivo, eres capaz de experimentar un bienestar mucho mayor”.
El tiempo
Como fácilmente se puede deducir, la
prisa es incompatible con este modo de saborear el momento. La indicación
principal que ofrecen los expertos es la siguiente: para. Aunque sea un
minuto. Deja de comprobar si tienes mensajes si estás con tus amigos. Deja
de ver la tele si estás comiendo. Deja de navegar por internet si estás
hablando por teléfono. Haz una sola cosa y hazla bien, tómate tu tiempo al
hacerla y no tengas prisa. Reducir la velocidad, el ritmo de vida, nos ayuda a
apreciar todo aquello que nos rodea.
Simplemente frenando el ritmo de vida y
destinando nuestro tiempo a una sola actividad reducimos el nivel de depresión
y aumenta nuestro disfrute de la vida.
Una mejora de las relaciones personales
Además, Barker asegura que el saborear
las cosas mejora notablemente nuestras relaciones personales, en parte porque
para poder saborearlas y disfrutarlas correctamente muchas veces debemos contarlas.
Si al llegar a casa por la noche
compartimos las buenas noticias del día con nuestra pareja, estamos
reviviéndolas, disfrutándolas nuevamente y, además, dándole a él o a ella la
posibilidad de alegrarse también, mejorando la comunicación y
compartiendo las cosas positivas que tenemos.
Barker recoge una cita del libro The How of Happiness: A New Approach to Getting the Life You
Want que es muy esclarecedora a este respecto: “Compartir los
éxitos y los logros con los demás está asociado a un gran bienestar y un nivel
elevado de emociones placenteras. Así, cuando tú o tu pareja o tu primo o tu
mejor amiga consigue algo, felicítales (o felicítate) y celébralo. Intenta
disfrutar la ocasión al máximo. Regocijarse por los buenos
momentos nos ayuda a vivir en el presente y a solidificar
nuestras conexiones con los demás”.
Además, Barker hace otra importante
apreciación: no todos los días hay algo que celebrar,
pero si vas a tomar una caña con tu novio, aunque simplemente para descansar
tras un duro día, siéntate tranquilamente, disfrútala y brindad, por el mero
hecho de que estáis relajadamente tomando una caña.
La máquina del tiempo
Finalmente, Barker nos recuerda que el
hecho de saborear puede funcionar como una máquina del tiempo, ya que no tiene
por qué referirse sólo al momento presente. Recordar tiempos bonitos o pensar en un viaje o una fiesta futura son también
pensamientos que ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo.
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