Peculiares forma de morir de Esquilo y Francis Bacon.
Cuidado con la cabeza.
Tenemos que tener cuidado con lo que cae de arriba, sobre todo lo que cae sobre la cabeza punto y si no, que se lo cuenten al dramaturgo griego Esquilo (525 aC- 456 aC)Y a su llamativa calva, que fue la que recibió un golpe mortal mientras estaba sentado en el campo meditando. El proyectil fue ni más ni menos que el caparazón de una tortuga, no el caparazón sino toda la tortuga, Que fue lanzada por un águila desde lo alto( cuando las
Águilas cazan algún ejemplar de estos reptiles, lo lanzan desde el aire para que se rompa contra el suelo y así poder comer su carne). Esquilo murió al instante.
Lo más curioso del caso( si es que puede llamarse aún más) es que, según algunos historiadores coma un año antes el escritor consultó un oráculo que le vaticinó que moriría aplastado por una casa. Inquieto portal predicción Esquilo decidió irse a vivir al campo, aunque está claro que no fue una buena decisión porque, finalmente, fue asesinado por un hogar, Aunque no uno como él pensaba.
No es la única muerte absurda sufrido por un filósofo y acaecida en el campo. Francis Bacon (1571- 1626) también abogado, político y escritor, fue uno de esos incrédulos que llevan al límite aquello de” si no lo veo, no lo creo”. O por lo menos lo hizo una vez claro que no le salió a cuenta. Bacon con trataba de comprobar si era cierto Que el frío retrasaba la descomposición de los cadáveres, como se decía. Para verificarlo, mató un pollo y fue a enterrarlo al campo.Pero las cosas no salieron como él pensaba.Y no me refiero a que el cuerpo del pollo tardará más o menos en corromperse, sino que, durante el entierro, el osado Bacon cogió una pulmonía que acabaría con su propia vida días después.
Está como posiblemente otras es una muerte que se podría haber evitado... no deja de ser una una manera un tanto extraña de morir.
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