El Materialismo

El Materialismo
Con el tiempo aumenta más el apetito por las posesiones materiales y somos más consumistas. Este sentimiento de necesidad tan intenso de acumular dinero y materiales así como de consumir por consumir, está influyendo dramáticamente en los valores sociales, familiares y los niveles de estrés, ansiedad y sentimientos de insatisfacción de las personas.En la actualidad ha surgido un profundo sentimiento de Dependencia y deseo de poseer lo último del mercado, sea en las nuevas tecnologías o en otro tipo de objetos, sin parar a pensar si realmente es una necesidad o un capricho. Ha surgido un sentimiento de derecho general a nivel social en el que los argumentos que los definen son cada vez más extremistas.Se confunden las necesidades con el deseo de pos
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esión. Lo cierto es que se podría decir que vivimos en una cultura de consumo y de fácil deshecho. A menudo nos encontramos con familias que sienten una insatisfacción crónica, tanto los padres como los hijos no están contentos o satisfechos con lo que tienen o lo que son. Se comparan con otros constantemente y sienten que siempre acaban perdiendo la competición. Incluso a veces les invade la envidia alimentando en los hijos conductas y pensamientos envidiosos. En muchas familias se prioriza el tener posesiones y un nivel económico siendo su lema “si tienes más eres mejor”.
Hoy día es fácil cruzarse con personas que tienen una gran necesidad de comprar y acumular bienes. Son consumistas empedernidos que asocian la felicidad con adquirir ropa, joyas, coches o casas. Es como si dijesen; Necesito comprar cosas porque no sé qué hacer con mi tiempo, por eso salgo de compras. Cuando veo algo que me gusta, necesito obtenerlo, lo quiero sí o sí. En más de una ocasión he tenido problemas con mi marido, que a pesar de ser un hombre generoso y de no tener problemas económicos, me ha dicho que si sigo comprando de esta forma, acabaremos en la bancarrota. Poseer aquello que quiero se vuelve mi objetivo y no puedo dejar de pensar en ello hasta tenerlo. Me vuelvo obsesiva, comentan algunas personas.

Sin embargo, es importante señalar que hay personas que padecen trastornos mentales que les lleva acumular objetos sin utilidad, por compulsión. Es el denominado síndrome de Diógenes. No son necesariamente consumistas, pero si viven una obsesión permanente de acumular objetos. El síndrome de Diógenes es un fenómeno que se  considera una enfermedad mental,  asociada generalmente a personas ancianas, alcohólicas, con trastornos afectivos y de la personalidad. Se caracteriza por la acumulación de objetos inservibles y basura,  así como por el abandono del autocuidado, la higiene y el  aislamiento social. Los expertos apuntan que hay dos tipos de síndrome de Diógenes dependiendo del comportamiento con respecto a la acumulación de objetos. Por un lado está el tipo activo, también conocido como el síndrome de acumulación, donde el individuo recolecta, en principio, de forma ordenada, en su propio domicilio, por ejemplo periódicos viejos, al pensar que puede que lo necesite en un futuro. Sin embargo, no acumulan basura ni heces. Por otro lado está el pasivo, que se caracteriza por dejarse invadir por la propia basura, desechos, envases de alimentos e incluso a heces.

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