Las virtudes humanas
Las virtudes humanas
Nuestros valores se apoyan en las virtudes humanas aprendidas en nuestra infancia y su desarrollo nos facilitará conocernos a nosotros mismos y saber construir relaciones positivas con las personas de nuestro entorno las virtudes se desarrollan en base a dos factores esenciales: la intensidad con la que se experimenta y el compromiso que se tiene respecto a ellos. Como indica David Isaac, las virtudes se pueden desarrollar motivadas por el amor y por la generosidad o por lo contrario, el egoísmo y el desprecio. Por lo tanto, la forma en la que aprendemos las virtudes y los valores influirá no solo a nivel individual, sino que también afectarán al bienestar a nivel social y cultural. Hay 24 virtudes según los estudios de David Isaac qué son:
Amistad, audacia, comprensión, flexibilidad, fortaleza, generosidad, humildad, justicia, laboriosidad, lealtad, obediencia, optimismo, orden, paciencia, patriotismo, perseverancia, prudencia, pudor, respeto, responsabilidad, sencillez, sinceridad, sobriedad, sociabilidad.
Las valores se apoyan en las virtudes, y éstas se aprenden y se practican por primera vez en el entorno familiar. Una familia que le da importancia a desarrollar las virtudes desde el afecto y el respeto contribuirá a que la persona crezca y madure desde la confianza y una buena autoestima, y desarrollará sus habilidades y fortalezas desde el optimismo. Por lo tanto, a la hora de enseñar los valores y las virtudes es esencial que se transmitan con claridad, coherencia y desde la amabilidad y la paciencia, ofreciendo la posibilidad de aprender de los errores, de practicarlos para perfeccionarlos y con la posibilidad de integrar aquellos valores nuevos que van surgiendo con la evolución social.
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