Stop, zona de seguridad personal
El territorio personal
Tener una delimitación clara de donde empieza el propio territorio y el de los demás es fundamental para que exista un orden y una estabilidad de relación y favorezca la coexistencia. Convivir no es fácil, ya que a menudo surgen luchas de poder o territoriales. Las personas tenemos un instinto natural de expansión, por lo tanto intentaremos en mayor o menor grado obtener más territorio para nosotros mismos o nuestro grupo. En consecuencia, no es de extrañar que en el hogar o en el grupo a la que pertenecemos, haya conflictos respecto al espacio y las posesiones, cuando no se respetan y se invaden.
En una familia por ejemplo, los hijos se pueden quejar de que entre los hermanos no haya un respeto por los espacios personales. Por un lado un hermano Puede entrar de forma sistemática en la habitación de otro hermano sin llamar ni pedir permiso. Y a su vez otro hermano o hermana, coge del armario del territorio perteneciente a otro de sus hermanos ropa o cualquier tipo de objeto que no le pertenece, sin preguntar ni pedir permiso. Esta situación puede llevar a un estado invasivo del espacio ajeno, se puede decir unos a otros y de muchas formas que por favor se pregunte, antes de tomarse la libertad de coger algo sin comentarlo, pero muchas en ocasiones no sirve de nada, lo grave de la situación es que se hace y punto.
Tristemente se puede llegar a la conclusión de desear marcharse del núcleo familiar, si este es el caso, podemos también estar en cualquier indeterminado grupo, coma el laboral, deseando tener nuestro espacio personal. Nuestro espacio privado es importante y en muchos casos es necesario y sobre todo de tenerlo, salvaguardarlo de injerencias e invasiones, que sean ajenas y no deseadas.
El territorio personal, en lo que se refiere a comunicación no verbal, expone los límites de acercamiento que tienen los individuos con respecto a otros.
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