¿Mi enemigo?, Yo mismo.
NOSOTROS
No siempre son otras personas las que nos envenenan con su negatividad. A veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. A menudo las personas que sienten tal rechazo y odio hacia su propia persona que dedican una gran parte de su tiempo y energía a amonestarsé. Se Insultan y desmoralizan constantemente” no valgo para nada, no sirve de nada, ojalá fuera otra persona, me odio” dicen. Es frecuente encontrar que tienen fantasías sobre formas de castigarse emocionalmente, autolesionarse mental o físicamente o incluso fantasean con su propia muerte, son personas inseguras, con la autoestima muy fracturada, que tienen tendencia a autolesionarse. Tienen dificultad para ser objetivos a la hora de valorarsé. No se quieren ni se respetan. Se recriminan y se desprecian constantemente. Son sus propios vampiros emocionales que viven una guerra letal en su interior, pero es una guerra que no tiene ni principio ni final. Su lucha interna es una historia interminable y una pesadilla de la que no pueden despertar; son víctimas de sí mismas
Odiarse a uno mismo es muy perjudicial para la salud emocional. Es exagerado y muy destructivo. Pero lo cierto es que existen numerosas razones por las que algunas personas pueden llegar a odiarse: por no cumplir con las expectativas propias o las de los demás, por sufrir profundo sentimiento de culpa, por tener intensos complejos y sentimientos de inferioridad, o simplemente porque son personas que han crecido en un entorno en el que se han sentido criticados constantemente nunca se han sentido queridos y no han conocido la calidad de otro ser humano, no han conocido los beneficios de recibir afecto. “Mi padre nos abandonó a mi madre y ami cuando nací, y desde entonces siento que ya no me ha querido. Me considera la causa de su infelicidad. En más de una ocasión me ha recriminado que él se fue por mi culpa, que no tenía que haber nacido, que fue un error. Por ello me odio. Soy una fuente de infelicidad y un ser que no debía haber nacido”.
Estas personas no dirigen sus vidas, no han aprendido a Ser los protagonistas de la película de la vida que les compete. Esto último espero no sean meras palabras o teoría, que en vez de ayudar, haga lo contrario, la idea y la pretensión es que impulse, nos impulse a todos y salgamos de esa fisura, de esa grieta, que es el autocastigo emocional.
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