El Talón de Aquiles. (Mitología)

Aquiles y su talón

Aquí va a arder Troya. Seguro que la ha ampliado más de una cosa, y siempre lo hizo con energía y en tono amenazante, ya que, al fin y al cabo, de lo que usted está pisando es de qué, se va a armar una buena.

Troya( localizada en la actual Turquía), el escenario de una de las guerras más legendarias de la antigua Grecia y la ciudad donde el guerrero Aquiles ascendió a lo más alto del podio de los héroes, cayó en manos de los griegos tras una cruenta batalla y un incendio que arrasó la polis. Es decir, que, realmente, y según la épica grecolatina, entre los siglos XIII y XII a.C., ardió de verdad.

Fue tras esa mítica contienda cuando el héroe Aquiles Paso a la posteridad, no solo por ser el autor de la muerte del valiente príncipe Héctor de Troya, sino por haber sido el escenario donde él mismo encontró su final. Y es que, a pesar de ser uno de los más intrépidos y  feroces guerreros que ha dado la historia él también tenía su punto débil:  sus talones.¿ sabe porque? al nacer, y por ser hijo de un mortal( Peleo) y de una diosa( Tetis) Aquiles no disfrutaba el don de la inmortalidad, sino que poseía la condición de “simple”Semidiós su madre quería cambiar el estatus de su hijo y, para lograrlo, le sumergió nada más nacer en la laguna Estigia el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos, cuyas aguas tenían la Propiedad de volver eterna cualquier parte del cuerpo que se humedeciera con ellas.

Así pues,  la diosa logró que el cuerpo de su hijo tuviera la capacidad de sobrevivir a cualquier lanza espada puñal que lo  atravesara, porque se había convertido en inmortal. Pero Tetis cometió un fallo( también los dioses se equivocan), pues zambulló a su hijo en el agua boca abajo, sujetándolo por los tobillos, una zona que permaneció seca y, por tanto, frágil inmortal el genial pintor Rubens representa está escena perfectamente en su lienzo Tetis sumergiendo a Aquiles en el río Estigia.Una lanza disparada por Paris, hermano de Héctor, atravesó al final de la guerra troyana este punto débil de Aquiles causándole la muerte.

Es a este mito a quien le debemos que, en la actualidad, llamemos al tendón que tenemos en la parte posterior de la pierna, a la altura del tobillo, talón de Aquiles, por la vulnerabilidad que el guerrero demostró tener en ese. Aunque  se desconoce quién y cuando concedió a ese ligamento el honor de llamarse como el héroe griego, existen referencias que atestiguan que a finales del siglo XVII ya se usaba ese término para designarlo

Pero no terminan ahí las consecuencias lingüísticas de La flaqueza del héroe griego Porque, actualmente, hablamos del talón de Aquiles de alguien cuando queremos hacer referencia precisamente al punto de vulnerabilidad de esa persona. Por ejemplo, diciendo que la puntualidad es el talón de Aquiles de tal persona, para referirnos a que ese es precisamente un terreno en el que suele fallar.