Extremismo o Independentismo.-
Extremismo o Independentismo.-
Extremismo y extremista son términos usados para describir acciones, ideologías, individuos, grupos, instituciones, agentes, partidos o movimientos políticos que se sitúan, bien a sí mismos o bien por quien los describe, muy alejados del centro político o del espacio social del consenso. En las sociedades y regímenes políticos democráticos el extremismo se asocia a la sustitución de la democracia por el autoritarismo o totalitarismo en un extremo u otro del espectro político (extrema izquierda y extrema derecha). En una coyuntura de revolución los extremismos contrapuestos se identifican, respectivamente, con los revolucionarios y los reaccionarios. En términos religiosos se habla de fundamentalismo o fanatismo, términos que también se aplican en contextos políticos. Uno de los principales rasgos del extremismo es su relación (más o menos asumida, negada o debatida) con la utilización o justificación de la violencia política, con diferentes formas de terrorismo o de represión política (según se aplique desde el poder o desde la oposición).
El término casi siempre se utiliza de forma peyorativa, prefiriendo los tildados de extremistas otros calificativos, como radicales, puros, o incluso antisistema.
Como concepto aplicable a cualquier ámbito, extremismo (y extremista) es una actitud (y una condición personal, grupal o institucional) similar a la intransigencia, y se contrapone a la moderación o al posibilismo.
Paradójicamente, la similitud de actitudes y comportamientos entre ambos extremos del espectro político les hacen asemejarse (por ejemplo, el recurso al culto a la personalidadtanto en fascismo como en el estalinismo; o el planteamiento de la construcción de una sociedad perfecta o utopía en pos de la cual se admiten todo tipo de sacrificios, originando una realidad distópica). Son habituales las expresiones los extremos se tocan o los polos contrarios se atraen, indicando la facilidad con la que puede pasarse de un extremo al otro (hecho que se suele calificar de bandazo político o movimiento pendular); en un efecto opuesto al clásico punto medio que expresaba también la concordia oppositorum o coincidentia oppositorum (De docta ignorantia, Nicolás de Cusa, 1440).1
¡¡CUIDADO!!, ESTAMOS SIENDO ENGAÑADOS POR LOS “RADICALES”. Mensaje a navegantes.
En ocasiones, ciertas facciones del independentismo se relacionan e incluso apoyan a organizaciones que pretenden obtener la independencia mediante acciones violentas que a veces se generalizan como constitutivas del independentista (pero no se puede generalizar aseverando que todos estos movimientos utilizan la violencia o la fuerza para adelantar sus objetivos). Pueden consistir en violencia contra los bienes del estado o contra sus ciudadanos, como en el caso de la mayoría de los atentados de Terra Lliure o la violencia callejera y pueden llegar incluso a atentar contra la vida de las personas (sean éstas civiles, militares u otras), como por ejemplo en el caso de ETA, el IRA, el FLNC corso, el EVIS en Sicilia (en los años 40) o el Sahara Occidental (aunque el frente Polisario mantiene una tregua prolongada).
Estas organizaciones suelen justificar sus acciones mediante el rechazo de la autoridad del estado del cual quieren independizarse o como respuesta a lo que ellas consideran la opresión (política, militar, etc.) del pueblo al que consideran defender.
En cualquier caso, el independentismo suele rechazar mayoritariamente el uso de la violencia para la consecución de sus objetivos, como es el caso actual del independentismo en Québec; en Cataluña con la CUP o ERC, y partidos a favor del derecho de autodeterminación como CIU i ICV-EUA; el Tibet o en Irlanda, como bien muestra el hecho de que el Sinn Féin se haya convertido en la fuerza católica más votada en Irlanda del Norte tras el abandono de las armas por parte del IRA.7 Similar es el caso de la izquierda abertzale en el País Vasco, que desde principios de 2011 rechazó "abiertamente" la violencia ejercida por ETA.8
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