Cómo superar el miedo al fracaso.

Cómo superar el miedo al fracaso
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Aunque nuestra cultura admira a la innovación, es duro el fracasar, así que los innovadores, especialmente en el mundo corporativo, tienen que aprender a serlo aún riesgo ha de ser impopulares. Arriesgarse implica la posibilidad de fracasar. Si tienes miedo a fracasar tal vez puedas evitar, sin siquiera darte cuenta de ello, cualquier reto que no estés seguro de conseguir. Esto puede limitar tremendamente tus posibilidades de descubrir nuevos retos y de generar oportunidades. Para protegernos del miedo al fracaso las personas solemos refugiarnos, a menudo sin saberlo, en estrategias concretas. Por ejemplo, quienes evitan el fracaso a toda costa pueden hacerlo provocando circunstancias que les darán una excusa supuestamente honorable para fracasar, por ejemplo, tener un hijo que te “impiden” terminar tu diploma universitario O presentarte a unas oposiciones. No basta con empeñarse a no tener miedo al fracaso. Hay distintas formas de encarar el miedo al fracaso, y no todas son inteligentes. Por ejemplo, las personas con mucho miedo a la derrota combinado con una necesidad alta de reconocimiento social pueden desarrollar un perfil de trabajadores compulsivos; en cambio, si una persona tiene poco miedo al fracaso y mucho deseo de éxito, puede fracasar repetidamente debido a su falta de realismo. Una vida sin riesgos puede ser una vida segura, pero sin sorpresas, por lo que puede resultar aburrida y frustrante. La   vida haciendo exactamente lo mismo dentro de 20 años, seria aburrido, ¿verdad? Y esto seguramente nadie, o casi nadie lo quiere, es importante recordar que si no hacemos esfuerzos y nos arriesgamos probablemente nuestra vida los era lo que esperamos.
Algunas formas para superar el miedo son: aprender una nación valiosa de cada fracaso, no debemos tomarnos cada fracaso como algo personal, debemos tener a la consciencia latente y preclara para valorar lo que nos cuestan las oportunidades perdidas, visualización definida de los fracasos y de los éxitos, equilibrar los riesgos con la seguridad, es importante un plan alternativo, nuestro enemigo o adversario es importante conocer lo, elegir entre un riesgo moderado o un riesgo elevado.

La vida, a pesar de nuestros intentos por conseguir nuestras metas, puede estar relajada de pequeñas y grandes contradicciones, de emociones mezcladas, de cansancio físico y mental, de diversas decepciones, deslealtades, sustos, alegrías, frustraciones… No basta sólo con sobrellevar las contrariedades y los disgustos, sino que necesitamos herramientas que nos ayuden a cerrar las heridas, a hacer elecciones inteligentes y a retomar fuerzas para seguir el camino.

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