Relaciones Humanas.
Relaciones Humanas.
Cuando aprendemos algo nuevo, ese aprendizaje tiene un efecto inmediato en nuestro cerebro.
Ahora sabemos que cuando cambiamos el comportamiento y los esquemas mentales estamos utilizando la forma más contundente de producir cambios biológicos en el individuo. Numerosos estudios lo avalan, entre ellos los del científico Eric Kandel,que han demostrado Que cuando un animal aprende algo no
solo cambia el número de conexiones sinápticas Entre dos neuronas- y estamos hablando de entre 1300 y 2600 a medida que el animal aprende y desaprende algo-Sino que determinados genes se activan en las neuronas para fabricar proteínas y lograr esa conexión. Esto nos da la clave de que nuestra vida mental puede influir en la expresión o activación, de determinados genes .
El sueño influye en la capacidad de aprender a desaprender.
Se está comprobando que el cerebro consolida estos cambios durante el sueño. Es por ello por lo que una siesta o una buena noche antes de un examen son importantes. Aunque parece que no ocurre nada cuando dormimos, en realidad consolidamos y ordenamos aprendizajes y emociones durante el sueño.
En cuanto a las palabras.
Las palabras nacen en la corteza cerebral, una parte del cerebro muy desarrollada en nuestra especie, tanto que durante siglos olvidamos que nuestro cerebro es, sobre todo, emocional. Desprecia vamos las emociones porque no se asemejan demasiado a las demás especies y porque nos faltaban los medios técnicos para comprender sus mecanismos y su alcance. Hemos ensalzado la mente racional porque nos enorgullece poder hablar y divisar estrategias sofisticadas para crear y para conquistar. .Pero las palabras, que nacen en la mente racional, son una herramienta cargada de intencionalidad diseñada para lograr acuerdos de colaboración con nuestros congéneres aunque para ello haga falta engañar y manipular. Lo hacemos a diario sin cuestionarlo siquiera. Pocas personas dicen lo que realmente piensa, para sobrevivir y sacarle partido a la vida en sociedad, modulados automáticamente la mayor parte de nuestros pensamientos porque no nos conviene hablar con transparencia.
El lenguaje verbal no es inocente, la palabra cumple una función estratégica en el desarrollo de nuestra especie, debemos desear una forma de comunicación limpia, un idioma en el que podamos siempre comprendernos. Este idioma no es una quimera, estamos programados para poder comunicarnos y comprendernos sin palabras, a través de las emociones, que conforman un idioma universal innato aunque usted únicamente hayamos tendido a menospreciar su alcance.
A los humanos nos une mucho, y en vez de buscar las distancias y diferencias, deberíamos de ahondar mucho más en lo poco que nos separa .
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