LLoramos por supervivencia.
Llorar.¿...?
Lloramos por todo tipo de cosas, pelar cebollas, Decepciones, por algo que esperamos y no llega, por dolor físico, Por miedo... por alegría.Sabemos que como especie somos muy buenos mintiendo y manipulando, y tal vez las lágrimas sean un indicador fiable que la naturaleza pone a nuestro alcance de que estamos ante emociones sinceras, ya que cuesta mucho simularlas.
Estudios realizados indican que las lágrimas de tristeza envían señales químicas a nuestros semejantes.La investigación apunta que las lágrimas de las mujeres contienen sustancias químicas que afectan al comportamiento de los varones:Los hombres expuestos a lágrimas femeninas experimentaron una reducción de sus niveles de testosterona y de su deseo sexual.Aunque ya se sabía que las lágrimas de los ratones emiten señales químicas, esta es la primera vez que se comprueba que tiene ese efecto en los humanos.
LLorar no siempre ayuda,Depende de las circunstancias.No hay demasiada evidencia científica al respecto, aunque se calcula que 2 de cada tres terapeutas recomiendan llorar como herramienta positiva.Los que se sentían mejor eran los que recibían apoyo de otras personas, los que eran consulados, mientras que los que no recibían consuelo se sentían avergonzados.Y si sientes vergüenza, está anula los beneficios de llorar.
Nos cuesta muchísimo escuchar a un bebé llorar.Cuando un bebé llora es cierto que resulta muy difícil de escuchar: cuando lo hacen parece que se ahogan.Ello ocurre para que los padres reaccionan más deprisa.Por supuesto no es nada consciente, se trata de un mecanismo que tienen los bebés y niños pequeños para llorar con mucha más intensidad y ayudar así a su supervivencia.Debemos pensar también cómo puede llorar un adulto angustiado: son sollozos casi silencio, los ojos llenos de lágrimas enormes, los movimientos de los hombros y la dificultad para respirar, parecidos a los de los bebés, invitando a que nos sobran . Aunque cuando somos adultos y la tristeza o el mal humor nos invaden, hay formas eficaces de gestionarlos por nosotros mismos .
Pensamiento.
No debemos olvidar la natural predisposición a elaborar un concepto general favorable, de nosotros mismos.
Resultados automáticamente nuestras cualidades. Esta inclinación innata por destacar cuánto tenemos de positivo en nosotros nos ayuda a preservar la tranquilidad emocional, a funcionar en las diferentes parcelas de la vida y a cargar las pilas para remontar las crisis.
La visión positiva de nosotros mismos no significa que no tengamos problemas y defectos; simplemente los escribimos a la hora de valorarnos. Por ejemplo, al confrontar nuestras limitaciones, convencernos de que” esto nos pasa a todos” nos ayuda a preservar la autoestima.
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