Con voluntad, ¡las cosas cambian! Aunque parezca que ¡NO!.
A veces sentimos que no cambia nada. cuando Lo estamos seriamente intentando.
Nos inspira escuchar historias acerca de personas que logran consolidar grandes cambios, que consiguen llevar a cabo una dieta importante, recuperarse de determinados accidentes cardiovasculares o lograr vivir de forma autónoma con solo medio cerebro... o cosas similares. Y es que los humanos somos capaces de llevar a cabo grandes cambios, sobre todo si nos enfrentamos a grandes retos, porque en esos momentos la alternativa es sobrevivir o resignarse. Pero en todos los casos estos cambios requieren un trabajo deliberado paciente y a veces considerable. En los procesos de cambio existen lo que se denomina, mesetas de aprendizaje: cuando realizamos los ejercicios que nos permiten estimular las neuronas, hay momentos durante los cuales el trabajo del cerebro, sobre todo, consolidar el aprendizaje, períodos necesarios en los que los cambios sintomáticos son menos evidentes, aunque no significa que nada cambie.
Oliver James, dice que si no comprendemos nuestro pasado estamos condenados a repetirlo, es importante que:-Revisar el guión familiar, Juan más un papel estático en nuestras familias. La próxima vez que estemos en familia y por sistema somos personas estáticas, quietas, paradas, Tenemos que tratar de cambiar el guión, es dañino y arcaico guión, si somos las personas que siempre nos acordamos de por ejemplo llevar el regalo en Navidad, el que siempre ayuda a recoger las cosas, O cualquier otra situación, debemos revertir esta acción por otra diferente y opuesta, todos observaran con sorpresa los cambios y éstos les afectará a ellos directamente- Cambiar de entorno. Es difícil cambiar en el mismo entorno en el que se generaron nuestros comportamientos y emociones problemáticos. Cambiar es mucho menos complicado si cambiamos de entorno, o si cambiamos algunas características de nuestro entorno: amigos, aficiones, traba, que, bar, rutinas, etc. -Hacer de nuestra vida una creación permanente, esto debemos hacerlo de forma consciente y deliberada. Consiste en que todos los días voy a hacer un gesto distinto: ir a comprar el pan por otro camino, hacer la cama de forma distinta, freír un huevo de otra manera, vestirme un poco diferente, no sentarme siempre en el mismo lugar en la mesa,etc.Debemos de reinventar cada acción que ha sido realizada de forma automática, hay muchas en nuestras vidas. Ante esto debemos imponer conciencia para no caminar de esa forma automática sino que hacemos de la vida una creación sistemática y permanente.
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