El autodesprecio, se puede superar.
El autodesprecio, se puede superar.
Para poder cambiar y superar el sentimiento de odio y desprecio hacia uno mismo es fundamental empezar por identificar, explorar y analizar los momentos de la vida donde comenzaron estos sentimientos, así como las personas que lo fomentan y las situaciones en las que ocurrieron. Por ejemplo, aunque parezca increíble, es bastante habitual encontrar a personas, hombres y mujeres, que han sido agredidas físicamente y que se culpabilizan por lo sucedido. Se torturan diciendo sé que ellas son quienes han permitido que les ocurriera tal atrocidad.
Y en algunos casos, incluso otras personas les transmiten cruelmente está idea. Le dicen abierta o indirectamente que ellas son las culpables de la agresión. Hacen comentarios desgarradores como: algo habrás hecho para que esto te haya pasado, o quizás lo provocaste tú, también, es posible que estuvieras buscando que te pasará, que lo desearás. todo un maremagnum de sinsentidos. En esta situación es esencial identificar a las personas que transmiten estos mensajes culpa dores y crueles. Identificar las respuestas Emocionales a raíz de los mensajes de apoyo o destructivos es fundamental para saber quién ayuda y quien no ante una situación dolorosa, porque uno necesita saber claramente quién empeora la experiencia traumática y la estabilidad emocional.
Lamentablemente, no pocas veces las víctimas de maltrato físico o psicológico son acusadas de fomentar las agresiones. Este acto tan cruel da lugar a que desarrolle, entre otras cosas, un trastorno depresivo profundo en el que se encuentra reviviendo la experiencia traumática una y otra vez. En estos casos la víctima experimenta la llamada “ victimización secundaria”.Esta es la respuesta emocional que tiene una persona víctima de cualquier agresión( verbal, física, sexual, maltrato psicológico, negligencia, abuso o acoso) después de ser acusada de provocar la propia agresión.
En estos casos la incomprensión y la falta de apoyo de las personas del entorno tienen unas consecuencias emocionales devastadoras; no solo es víctima del suceso traumático, sino que además los demás le responsabilizan del mismo. Este acto tiene diferentes consecuencias y serias en la salud mental de la persona. Una de ellas, entre muchas, es que la víctima obstruye una percepción de sí misma en la que se desprecia al hacerse responsable y culpable de lo que ha sucedido, provocando una retraumatización así como intensos sentimientos de odio hacia su propia persona; pierde la objetividad y su realidad se distorsiona.
En otras ocasiones también es frecuente encontrar que cuando comunican el suceso se les acusa de estar exagerando o incluso de haber inventado la agresión y aveces no hay consecuencias para el agresor o es absuelto. En estos casos la víctima, sea del tipo que sea, permanece en un estado de desconcierto impotencia, con sentimientos de vacío y dolor creando una profunda herida emocional y un estado profundo de indefensión.
Termino como empecé con la tesis.
Para poder cambiar y superar el sentimiento de odio y desprecio hacia uno mismo es fundamental empezar por identificar, explorar y analizar los momentos de la vida donde comenzaron estos sentimientos, así como las personas que lo fomentan y las situaciones en las que ocurrieron.
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